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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

viernes, 30 de septiembre de 2011

De piedra

Cuando la torre se viste de nubes preñadas
y el sol abandona la escena, 
el sonido de una campana triste estrangula
las gargantas con una garra de arena.
    Los cierres de las pequeñas tiendas resuenan
como grillos perezosos, las luces se encienden
tan mansas como una balsa de aceite.
La noche y el silencio, paseando de la mano, 
acarician el ombligo de aquella eterna plazuela.
    La piedra es la sola vida que queda para velar
esa sombra que reposa en las callejas
cuando los quehaceres duermen, 
como si no tuvieran conciencia, 
en una cama de roble
nacido y muerto en Castilla la Vieja.

2 comentarios:

Tano dijo...

Hace tiempo que visito con periodicidad este poema. Tanto la imagen de la fotografía como la imagen que dibujan tus palabras me parecen altísimamente seductoras, subyugantes y evocadoras.
¡¡Chumendos de los chachi!!

susi underground dijo...

Es un poco más clásico que los que acostumbro a hacer, pero es que conozco bien el paño y tenía que ser así, Castilla la Vieja no admitiría otro estilo.
Chumendos, tanito.