Gajos de mandarina y canela
en la inquieta madrugada,
zapatos tacón de aguja
y Lord Byron que cantaba
con ronca voz de sirena
en la orilla de una playa...
El murmullo sobre el labio te delata, Love,
y Smith creaba Horses
mientras la caja
negra y blanca
de Mappelthorpe
sangraba ríos de miel
y de rosas
sobre un muro
de Manhattan.
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