Haremos que se muevan las ancas del planeta,
que el impulso del salto sea
como el de Jesse Owens al romper un techo de cristal,
que las fibras del asfalto huelan a rosas del campo,
que las hebras de las plantas sepan a aceite quemado,
que el sonido primigenio toque la espuma del mar...
Y entre versos descarados que encaran la necesidad
inventaremos el mágico espacio manejable,
un tiempo tan inestable como el CH4, tan obediente
como el volante de un auto, tan exquisito
como una copa de champagne en la cima del abismo,
tan anodino como una cifra perdida en el Ganges,
tan importante como el estado de tu comunidad.
Las notas del amanecer concuerdan con la quimera
nacida en lo profundo del útero,
cuando el miedo aumentaba el placer de imaginar.
6 comentarios:
¿Como lo haces?
¡Este poema es sublime!
Está hecho en estratos de imágenes poéticas, es decir, cada palabra le da una nueva dimensión a la anterior y a la siguiente a la vez. El profesor de "el club de los poetas muertos" fliparía contigo.
No te lo he dicho, pero me ha encantado.
Por cierto, me tienes que explicar quién es Jesse Owens.
Un fuerte abrazo.
Respondo en esta entrada al resto de entradas.
La verdad es que me asombras por lo prolífica que eres. Me recuerdas a mí hace un tiempo. Y te vuelvo a decir que me corroe la envidia de este derroche de magía que despliegas en tus poemas.
Hay una frases en este...
"cuando el miedo aumentaba el placer de imaginar."
Bestial esa imagen de la incertidumbre de la vida.
Cada día me alucinas más Susi la subterránea.
¿Nos echamos un día un cigarrito?
Un saludo amiga.
Hola Susi:
Realidades, deseos utópicos, quimeras, una mezcolanza de pensamientos invadidos por ése miedo superlativo de imagenio. Lo he leído varias veces,recorriendo todos los caminos distributivos que dibujas...Ha sido genial...y lo de las profundidades del utero, pues eso...la pena que era una quimera.
Un saludo de buenos días
Hola, Jota. Me alegro de que te guste y de que me hagas esa pregunta jajaa.
Jesse fue un atleta afroamericano que participó en las Olimpiadas del Berlín de 1936.
Y le dejó bien claro al de la superioridad aria que era un gilipollas, pues consiguió él solito nada menos que 4 medallas de oro.
Ya nos leemos.
Me desahoga mucho escribir, Ángel. Si es un mal momento, quiero destruirlo con versos. Y si es bueno, quiero que se quede de la misma forma.
Supongo que pasamos por distintas fases, no te preocupes demasiado si no escribes tanto como antes, ya volverá la musa. Eso sí, que te encuentre trabajando, como decía aquél.
Y tú y yo nos echamos un cigarrito cuando quieras, y si es de la risa, mejor jejee
Las quimeras, brujo, si no se desean nunca llegan.
Al final somos lo que pensamos, hacemos el mundo a imagen y semejanza de nuestras ideas, así que prefiero llenar la mía de utopías antes que de desilusiones.
Bsssss
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