
Habría parido las olas para envolverte de espumas,
aguamarina engarzada en tu índice inquieto sería,
adornando esa piel morena de soles amargos
por voluntad de quejumbrosas letanías.
Viciado el ritmo tranquilo de nuestra canción
de amaneceres, ya no pasea la brisa por el puente
escondido entre jazmines que emborrachan el aire,
aroma capaz de alejar la sombra de la muerte.
No te servirán de nada las voces a las que induces
para denunciarme ante el funesto estrado,
jamás tendrán en cuenta el eco de tu espalda,
nunca acariciarán el fulgor de tu costado.
Brindemos por el viaje de vuelta en solitario
2 comentarios:
Hola Susy...es dificil la convivencia y tu lo plasmas muy bien en tus versos con metáforas "sui generis" para llevarnos a ése viaje en solitario tras la separación en un estrado.
Chin-Chin...
Un abrazo
jajaja... eres total... bueno, pues brindemos, qué carajo!
Un beso, brujo.
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