Sé por sus ojos que conoce las respuestas.
En qué fuente nace el rayo de luna que baila sobre la almohada,
a qué huele un sueño antes de la intemperie,
hacia dónde van pasos que suenan por calles oscuras,
el dolor de un niño sin cuna
o cómo ríe la ingravidez sedosa que acompaña a un cuerpo
cuando se baña en lagos imaginados.
Si no puedo levantarme,
le pregunto qué se hace para elevar la carne del suelo,
me clava sus pupilas largas en lo profundo del tedio
y ya vuelo por encima de mi mariposa.
Se mueve como si no hubiera planeado
un salto hacia mi regazo
cuando la mente se pierde en la lejanía,
acaricia con su lomo mi silueta
para encender la hoguera de los sutiles demonios
y ya nada tiene más sentido que los míos sobre sus caricias.
Es la esfinge que todo lo puede, un desafío impenitente
paseando por mi casa, y al hacerlo deja abiertas sus costuras
para permitir el paso a la estrategia de los días.
3 comentarios:
Sutileza en cada paso, en cada mirada, en cada movimiento. Delicia al observar la placidez con que se esconde la presteza.
He pasado horas muertas contemplando el reposo casi eterno como una auténtica meditación.
Tu pluma se mueve con el sigilo y la armonía felina que describe. Un placer ronronear a tu lado
Besazos
Tú también eres gatuna y sabes de lo que quiero hablar, aunque nunca se pueda explicar del todo lo que un gato sugiere. Es el misterio y lo práctico, una filosofía salvaje de la que nunca se acaba de aprender. Pero lo intento, no creas.
Un abrazo (más adelante te diré, aún no he podido leer tu regalo)
Lo importante es que te llegara, degustarlo requiere su tiempo...
Besazos Susi
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