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Pintura de Noni Gaviño |
Es justo mezclar el oro con la espuma de los días
-Boris vient et va entre mes reins-
y asistir a la brevedad del último rayo violeta
antes de que se convierta en azul profundo, tanto
como el éxodo de las quimeras que quieren sobrevivir
sin importarles el lugar que habiten.
Es exactamente lo contrario del afán de separar los átomos,
pues a quién puede importarle dónde nace el Ganjes,
si desemboca en la bengala que adorna el cuerpo de las luciérnagas,
simples gusanos con alas que hacen soñar a los niños
con su interior de neón verde.
Los campos nocturnos, por ellas, son verbenas de faroles colgados en el suelo,
capitanas de un barco fantasma hecho para navegar la tierra,
segunda madre tras la sal del agua.
La tercera será el hálito del viento
haciéndonos sustancia indefinida.
4 comentarios:
Me gusta tu poesía porque, nace de las imágenes, del sonido, del silencio, del tacto.
Me gusta tu poesía porque desemboca junto la piel, porque huele a ojos que miran el ocaso como un nuevo nacimiento del día.
Me gusta tu poesía porque veo a Su, en un rinconcillo asombrada por la vida.
Besos
Nunca deja de asombrarme, no puedo bajar la guardia ante ella porque siempre me sorprende. No siempre para bien, pero eso forma parte del viaje.
Besos, Ana, agradecidos.
Sustancia única esta que nos respira querida Susi y siempre es así porque somos ese Uno que nos recuerda y nos coloca en cada cosa que conmueve y que asombra como quien pierde su sombra para sólo ser beso...
Sólo ser un beso, ahora mismo me parece la mejor de las transformaciones. No es difícil perder para ganar ese placer.
Hablando de besos, te envío un montón de los míos.
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