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| Fotografía de Amando Casado |
Dormida sobre una esquina del libro más hermoso,
relator de lo que no se nombra si no es por una voz
con púas en alambres guardando la espiga
del sueño lisérgico que despierta.
Estructura y dominio, símbolos como panes multiplicados,
nutrición de piernas de puente-cometa
o de frontera inversamente proporcionada
al metal pulido por el genio.
Esquivos con evidencias que no hablan,
sus discursos son adictos a la horma
que deshace formas para entrar en la abstracción
de las canciones;
si acaso alejando un poco más el tiempo,
quizá sugiriendo espacios alucinados en el dédalo de la mente...
Sus páginas descubren totalidad, función exclusiva
de espíritus elegidos.
7 comentarios:
Por qué me emocionas tanto mi niña...
Porque formas parte de la totalidad que no se sabe cómo se crea, que no se sabe en qué se transforma, que nunca acaba porque renace en cada línea del libro más hermoso. Un abrazo tan cálido como tus manos.
Bien, también las tomo de las manos para seguir leyendo. Besos.
Tus manos también son cálidas.
Gracias, amigo.
Mi amiga rebelde, aquí en el exilio de los comentarios, y sin saber que decir casi nunca... ya sé que sigues tu camino, que debe ser así, y siempre me recuerdas algo que es importante para mí, y es lo que yo digo ¿qué haríamos sin la poesía y la música por más que las comadres, y los compadres, que manejan el cotarro mediático, con poca gracia, se burlen de ellas?
Un abrazo.
Muy poca gracia tienen, Efe.
Pero eso da igual, si el ser humano aún resiste, no es por sus aburridas estadísticas, eso seguro.
Un abrazo, poeta tocado por la gracia.
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