El amor es odio sin dientes,
retícula entregada a la polaridad
que amamanta los cambios de luz
para que crezcan fuertes.
Igual la sombra que el brillo descienden
por la pendiente engrasada
hasta encontrar el fondo divino
tras la mueca que envilece
la más genial de las artes,
pozo de vidrio incandescente.
Si amando tememos perder,
al odiar soñamos con el laurel del honor,
pero la rueda gira, agita pasiones,
dinamita lo intocable, cambia el humo
por el éter, nos traslada, nos mece
y nos despierta con la velocidad
del viaje en la eterna noria.
Aunque a nosotros,
pobres seres a merced de la corriente,
nos parece que elegimos
el final de nuestra historia.
8 comentarios:
Hey, Susi, con este poema me has dejado noqueado, k.o., fuera de juego, orbitando en otra galaxia... en fin, no sé como.encontrar palabras para expresarte lo bienísimo q es.este poema, tanto lo q dices, como la manera en q lo dices... este poema es verdaderamente sublome. Te felicito sinceramente... aún estoy flotando ej el éter
Pues yo lo que quiero es agradecerte el esfuerzo que haces para sacar siempre un ratito y visitar mis textos, Jota, que sé que no te sobra.
Bueno,y ni te cuento cómo me anima que le gusten a un poeta como tú.
Abrazotes, colega.
Susy
Creo que tu talento es único, me dejas sin palabras en esta entrega.
felicitaciones y un abrazo
Ana
Ana, Ana, amiga cisne, no sabes cómo agradezco tus palabras.
No es sólo un precioso gesto de compañerismo. Me animas a continuar, amiga.
Un abrazo y mi agradecimiento más sincero.
Susi no debes dejar de escribir nunca, leerte es como tomar un libro de un prestigioso poeta...
Desprendes la magia de los grandes.
Un beso niña hermosa.
Cuando se escribe se hace por necesidad, bien lo sabes tú, Xina.
Si además a alguien le puede interesar, eso es un regalo.
Un regalo que me acabas de hacer,
reina del amor.
Un abrazo de aquí hasta donde estés con todo mio cariño.
Y en realidad a nosotros, la corriente nos zarandea en cada mueca y el amor nos deja desnudos, a merced de las emociones...
Sacas a la luz lo que uno siente con tanta dulzura que embelesas
Un abrazo
Pero a veces conviene verse desnudo ante las emociones, desvestirnos de prejuicios y reconocernos tan pequeñitos como somos. Y tan grandes.
Un abrazo de tres vueltas, Ana.
Publicar un comentario