arrugado por la intensidad de la intención.
Con el otro percibe mis visiones imposibles;
elucubraciones del revés; octavas de notas
no nacidas, en la punta de la lengua;
sombreros de quita y pon...
Y no entiende nada.
*******
Días de vino y de rosas entretienen los recuerdos,
ahora que ya no hay nadie que vigile
los sueños sin compás ni espera.
Era la simbiosis entre el cielo y la pena,
un juego de brillos de pequeños seres
que no se sabían bellos
entre espinos y ramas secas.
Nunca se lo dijeron.
*******
Sí, sí... desde luego que esto está
ya resuelto en la ecuación
del alarde de la Billie con su Man.
Someday me bajaré de la noria gigante
y resolveré los enigmas sin pestañear.
Pero hasta que aquello que predijo el sabio
suceda, la sangre no me dejará de correr
movida por vientos enfrentados en la diatriba
fácilmente asumida desde lejos,
así como el estado de la cosa en sí
seguirá flotando
como moscas sobre la mierda perfecta.
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