Se fue de allí con una nube rota
sobre su cabeza,
llena de estrellas que la empujaban.
Se fue como una costra
desprendida, silenciosa,
sin dar que hablar, sin oír
ni querer saber dónde está
el meridiano de las torres del dinero.
No tenía corazón, era
un corazón bombeando
los sudores de la elipse de Hipatia.
Tránsfuga y serena,
apátrida y descalza.
El sueño no llama y se hace.
Cuenta, en idioma de ángeles,
que hay que escapar por la ventana,
como Wendy y Peter Pan.
4 comentarios:
Y sin mirar para atrás para no convertirse en sal como en Sodoma y Gomorra...escapar lo más rápidamente posible y a todo trapo sin pestañear.Muy original susi.
¡Qué pases buen finde!
Saludos en noche de viernes
Con estas letras me dan ganas de pedirte que me escribas el epitafio.
Es una despedida de ángel rubricada por una poeta que navega entre nubes.
Bellísimo
Yo ya te saludo en la noche del 14, sábado.
Sodoma y Gomorra... eres único, brujo.
Escaparemos siempre que podamos, que no es poco.
Muxu p'al brujo.
A sus pies, bella e inteligente dama.
Cuando seamos viejitas, pensamos el epitafio, ya verás como nos sale algo de risa.
Un abrazo gordo, Ana.
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