Tarde gris y lluviosa de primavera
doblada en sedas de pétalos eléctricos
que son brillos en la lejanía.
Sol metálico de psiquedelia tardía
desapareciendo entre las notas
de antiguas canciones
casi olvidadas.
Y el humo dignifica la escena como
lo haría el misterio de Eleusis,
pausado, escapando sinuoso y altivo
cuando alguien le roza los brazos.
Olor a tierra mojada, espíritu de la hierba,
húmedo secreto contado al oído
si acontece que las ninfas traviesas
te otorgan su mirada.
Es luz de nadir que adormece a los gatos
juguetones cuando su rayo de nácar
reviste el salón de encajes
apaciguados por una decrépita claridad.
4 comentarios:
Eres una romántica eh?
Precioso
Besos Su, bonita foto
Ni puedo ni quisiera dejar de serlo, Ana. Es que una tarde de lluvia en el campiri le abre a una los sentidos.
La foto se la hice a un amigo que estaba por aquí de vacaciones, pero no sé si volverá, le tenía aburrido de hacer de modelo, pobre.
abrazazosssssss
¿Sabes?...Para mi la lluvia es el beso de una diosa amante.
Me gusta sentir sus besos.
Abrazo B. de L.
A mi me gusta en primavera, cuando la temperatura no es demasiado fría. Y sí que es un placer recibir los besos de la diosa... qué guapo, brujo.
Abrazo de S.U.
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