cuando el vientre se hace cabeza
y llega hasta el ángulo muerto de la mente
donde no hay sonido sino
verdes gotas de silencio
se enfada un prospecto con el
utópico limo de nadie
escapa la araña sobre un paréntesis de lumbre
el tiempo coincide con los sentidos
en esta mañana quieta
mirada por aves
emigrantes
inercia fotográfica
sin rastro de cristales
que indiquen la posición de la mano
ante el cigarrillo
Aspirar desiertas
nubes de nada es el fin
de la ceniza.
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