Al abrir la tapa, un viento de boca
se hace automáticamente niebla cada pocos segundos,
mueve pieles y estrábicas imágenes,
grises por recuerdo azul de memoria imaginada...
...chica con peces en una isla prohibida
bajo el trébol de cuatro caras. Un cielo pequeñito, con forma de curva,
reúne piezas de cobre; a su lado, doblada por cinco fórmulas distintas,
una pestaña vuela en ángulo de 90ºC, como si nadara en latitudes
que nacerán más adelante.
Es una caja elástica, en ella caben casi todas las proporciones
que me defienden.
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