Se fijaba en la piel de una bombilla desprendida de su araña
(sombra que se fue sin darse cuenta de que crecía
en miradas al índigo de una noche de invierno),
curva elemental escalofríos tabaco pálido
fumando el cristal de una ventana sin cortinas.
Por el brillo color primario disuelto en ocres,
daban ganas de tocar su tibia cabeza,
sentir electricidad en las venas,
alimentarse de invisibles secuencias en suspensión continua.
Ni fantasmas ni fármacos lograron nunca apagar sus hilos,
que convencían
porque nacieron para eso
(...sin saber qué más hacer
para no pensar que todo es blanco
como un manicomio...)
3 comentarios:
A veces pasa...demasiada luz hace daño en los ojos...sobre todo cuando llegas a ella desde la negrura de la oscuridad.
Pero el blanco se puede pintar y convertirlo en el color que quieras...
Me encanta!!! qué imágenes!!
"la piel de una bombilla, fumando el cristal de una ventana...."
Preciosa obra.
Chapeau dama... una delicia.
Ana
Gracias, chicas, un besazo.
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