Manzanilla, hinojo, ajedrea
hojas sencillas, preparadas
para entregar su esencia
Cardamomo y azahar
en la leve y tenue brisa
para sentir la verdad
Canela en rama y menta
en sobremesa de amor
para que el deseo no mienta
Cannabis y estramonio
dejando asomar el humo
para ahuyentar al demonio
Mandrágora y amanita
en la soledad del alba
para buscar la salida
Adormidera, don de dioses
cuando son benevolentes
para apaciguar dolores
Entra en mí, naturaleza
sin juicio ajeno a tu ley
y tendrás la vida eterna.
4 comentarios:
Excelentes letras, me ha parecido una invitación a que todos los elementales de la naturaleza se fundan con la esencia para ser uno solo. me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Y es que finalmente es así. Si somos naturaleza, actuar en su contra no tiene mucho sentido.
Un beso, poetisa del ecuador de las letras.
Amanita susi...soy un micólogo de los muy expertos, ¡qué inmodestia! jajajaj, bueno, para ti te regalo una amanita muskaria que tiene capacidad alucinógena para que sueñes en esa unidad esencial.
Antes de venir para el curro, me he cenado un revuelto de lepiota procera, que estaba de cojonian santuam. Algun día a lo mejor te preparo un delicatessen de esos revueltos de setas que acostumbro a cocinar, si no tienes miedo a que te envenene jajaja
Un abrazo nocturno.
Tu no me envenenarías nunca, brujo... supongo, jeje. Oye, lo de la amanita no se dice, se hace.
Buenos hongos por tu tierra, pardiez, qué suerte.
Mil besos, doc.
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