No sé cómo llegó la planta trepadora
que me trajo frente a esta ventana de árboles animales
-el ojo que da sentido a los ángulos-,
ni recuerdo el sabor de lo que me gustaba.
No escucho el eco de viejos pasos, duermen por efecto
de una mirada recíprocamente amable entre aquí y este instante
que cambia de forma a la nube
dentro de otra, y de otra...
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