Es posible que no queden situaciones desesperadas.
Aprendemos indolencias vómitos,
vomitar y quedarnos vacíos
hasta el próximo drama.
Solitario, doméstico,
raquítico de sangre,
animal que ya no vive.
Guardamos la cabeza entre los hombros,
epitafio de alguien
para seguir mintiendo.
Es posible que todo haya desaparecido,
sin el permiso de nadie,
hace más cicatrices
de lo que parece.
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