No existe fuerza que se oponga
al movimiento de una nube de langostas
que acercan sus alas para sonar a rastrojo ardiente.
Partiendo de un sol acrecentado, sobrevuelan
copas de hayas, equilibrios inestables,
diversas especies de astros escondidos bajo tierra
y alguna ferviente oración de manos entrelazadas.
Hay que escucharla para encontrar el punto exacto que habita
entre dos sienes que pactan entendimiento
cuando los ojos bajan al suelo
para abrir la puerta al ave de blanca conciencia.
Sólo entonces se entiende por qué ha nacido.
6 comentarios:
No hay manera no de detenerla Susi, arrasa con todo y casi siempre con razón, y bajar los ojos a abrir la puerta a esa ave solo me da esperanza poeta. Que entre las dos sienes resuene algo más que el yoísmo. Un abrazote bella, que te quiero.
Si los ojos bajan, llega la humildad necesaria para el equilibrio.
Yo también tengo esperanza, algún día tenemos que entendernos.
Yo también te quiero, Lyliam, nos encontramos y nos entendimos, milagro de las redes. Tango, tango, esa calle que nos acerca.
Qué bonito Susi, eres un arcoiris. Gracias.
Algo que puse para ti hace tiempo en MP. Besos:
http://www.youtube.com/watch?v=r4R7v_Ez7uI&feature=player_embedded
Lo recuerdo. Nada más bonito que el abanico luminoso que se descompone en colores. Gracias, Arkha, recibe mil besos.
Curioso...Hoy justamente he intentado que el universo esté un poco más equilibrado. Y bajando los ojos humildemente. Besos, bruja
Es que charlamos a diario, Ana, estamos más que conectadas.
Besos, bruja.
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