Como en el mundo de Beckett, en este espacio caleidoscópico las ideas están atrapadas en un cuerpo en ruinas que jamás podrá fijar la identidad de una realidad que constantemente se transforma.
Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."
miércoles, 20 de agosto de 2014
Nacerse en la idea
Ya no regresa el eco del aullido poderoso de los montes,
no se tiñe de rojo el prisma de los días iniciáticos.
Ya no hay días iniciáticos, de hecho. De hecho,
no hay hierba ni Blake ni Whitman ni horizontes
con forma de figura señalando nuevas eras.
El éter es herida que no cierra, Poseidón con tridente de petróleo,
antes señor de los mares
y cáscara plástica ahora en una playa de plástico.
El mito es un plástico,
si no le agita la llama de nacerse
en la determinación verbal de la idea, luego carne mortal arbolizada.
Ser alas de lo dicho por las alas,
lenguas alas de muchos metros, lenguas colosales
de jirafas gigantes ebrias de altura
hablando ingravidez al mundo desde arriba,
tan pequeño y sin saber cómo se vuela.
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