Persiguen
al individuo como una bala a un pájaro;
cargados
de razones tuertas,
se
piensan el rey en el país de los ciegos,
mediocres
de medio pelo
invadiendo
otros espacios,
el
vivo retrato
del
emperador sin traje,
risa
de hiena
sonando en el interior de la manada,
esqueletos
que no sirven ni para un caldo,
masa
sin coraje
en
su multitud domada.
No
hay piedad en un tirano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario