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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

lunes, 30 de diciembre de 2019

Luz espuma


Llega el día luz espuma luna sin dientes.
Una campana despierta al viento
con un leve giro hacia el oeste,
el sonido parece una canción de cuna.
Con manos llenas de agua,
las nubes mecen la sepultura
del niño que murió por haberse equivocado,
no era ésta la vida que esperaba.
Hace ya tanto que calla,
que su voz es piedra
con el nombre de su cuerpo detenido.
Las viejas flores de plástico,
descuidadas a su suerte,
preguntan al tañido,
tan lejano,
para qué nacieron.
La respuesta es el arrullo del aire.









sábado, 21 de diciembre de 2019

De halcones y parásitos


Tomaron su historia y la pusieron en la jaula
de los pájaros muertos, 
cerca de sus manos pálidas de espera:
le impidieron pulsar el primer rayo
de un sol que cumple su promesa
de cambiar mil veces de vida; 
pretendían,
con el rígido esfuerzo del que ordena,
secar su frente de apenas noche,
de apenas cobre que besa
los labios abiertos del color del mediodía,
conjuro que cubre el rastro
del gusano de la guerra.
Marcaron las cartas por ganar a todo precio
presidir la mesa
en el festín de los idiotas;
Pero el halcón vuela hacia la cumbre,
lo vería aunque le dejasen ciego.







viernes, 13 de diciembre de 2019

Cuento de Navidad


Un arma,
convencida por veneno equivocado,
avanza en contra de la sombra que persigue,
aunque no quiera saberlo.
Va en busca de lo tibio y de lo bello,
asustando al viento
con su su ojo de gigante resentido.

Un lobo
observa desde antiguo su propuesta:
nada a cambio de perder la vida,
reino del pasmo y del vacío
en la ciega pendiente de la inercia.
Espera,
paciente,
sobre roca destinada a los aullidos,
piedra que escupe a quien no tiene nobleza.
Ahora”,
dice el rayo que ilumina
el ardor de un rito enamorado,
y desgarra al asesino,
volviendo luego la voz al cielo.









sábado, 16 de noviembre de 2019

Marea de savia



Hoy el aire no quiere moverse,
son las ramas las que lo animan a marearse.
Dar vueltas y vueltas
-a velocidad creciente, marea de savia-,
por sentir que no existen razones
de luces mecánicas en el lugar donde mueren
los estados de sitio.
Hay sonido de olas en este bosque,
cuando los árboles comienzan su baile.

















sábado, 9 de noviembre de 2019

Nieve



Bajan alas de paloma
de un límite tan cierto
como aquella noche imprecisa.

Dicen que te has ido para siempre,
que seguro que no vuelves.
Es posible
-tú dirías “conveniente”-,
y no seré yo quien te quite la razón
(por cada segundo, casi diez metros)
que hace mirar hacia el abismo.

Sólo un árbol caído hubiera posado más triste
en una fotografía.
Quizá recordabas cisnes muertos.










domingo, 20 de octubre de 2019

Viaje



No siempre la pena de una herida detiene su prisa 
ante el mar que se mece en una copa de cristal roto.
Mueca de irónica sonrisa detrás del gesto,
los ojos vueltos hacia una noche tan vieja como el sonido de la guadaña,
Lázaro se encarna en forma de memoria.

Árboles y nómadas,
imposibles princesas,
acueductos y trincheras,
olor a orines,
cimas y vegas de cemento armado con calcio luminoso,
cuerpos aplastados de colillas,
nieve sin copos, máquinas y
máquinas y
máquinas:
es bueno saber que no todo está perdido.
Agradezco y no abandono
desde éste
mi camino a casa.













miércoles, 4 de septiembre de 2019

Me lo dicen



Me lo dicen mis ojos,
el cristal del callejón del gato
y su sombra de medio lado,
la esquina de una lámpara apagada,
el nombre que ya no importa.
Me lo dicen mis ojos
y el día que no sabe qué más puede perder.
Mis ojos y esa tímida rosa con sed.













martes, 20 de agosto de 2019

Ser árbol



Ser árbol,
abrirse al aire y al centro
de pasos sobre témpanos de tiempo
con el ritmo de una pluma que viaja
por el gusto de ser ella,
hacer de la noche orilla donde posar el cuerpo;
del cuerpo, 
rito de un mundo salvaje.
Sin mover un músculo,
que ni un minúsculo vuelo de pestañas
origine una tormenta,
atravesar mitos y cavernas
alejando sombras hasta ver semillas
que todo lo contienen.














miércoles, 7 de agosto de 2019

Su mínima tarea

 
Los días van cumpliendo su mínima tarea
de alados soldados ciegos.
Un cielo de campana se acerca al escenario de los vientos,
un saber alado negro,
una palabra no dicha,
joya falsa,
persigue pasos huidizos
en esta pesadilla.
Ya casi nada es creíble en las señales que llevan mi cuerpo
por senderos de invisible niebla.
Combino rabia y la estructura de un hueco
sin saber qué elegiré más tarde,
concedo a mi instinto equivocarse
las veces que sea necesario
ver estallar un astro
en mil pedazos que son míos,
repongo en la alacena un cuchillo sin filo
que se perdió mañana
y dejo cumplir al tiempo
su mínima tarea.