No me importa nada, como cantaba Luz Casal, ¿te acuerdas?, pero
hay algo fundamental que nunca debe perderse en una pareja. No, no me refiero a eso de quedarte vacío
porque ya lo has dicho todo, todo, sobre ti, vaya plan, porque a mí
misma me ocurre que puedo contarte si te queda bien o no el corte de
pelo, aunque sabes que preferiría que no te lo cortases, mira, hasta
eso te he confesado, que me gustabas más antes, con el pelo a lo Bon
Jovi cuando era joven, y sin embargo, nunca te contaría en quién pienso
cuando me masturbo, por ejemplo, soy consciente de que nuestras
twilight zones no deben compartirse con nadie, pues sólo faltaba, me
sentiría Winston
Smith desnudo ante el Gran Hermano; pero es que el lío que tienes con la
susodicha lo sabía todo el mundo menos yo, caracandao, que mira que
me molesta que algunos refranes tengan tanta razón, parecen oráculos
de Delfos, y el caso es que es una verdad científica que el que lleva los
cuernos es el último que se entera de que la cabeza no le pesa
precisamente porque le está creciendo el cerebro, que qué trabajo
te hubiera costado decirme, puesto que el dato ya formaba parte del
inconsciente colectivo, que andabas descubriendo mundos nuevos, o no
tanto, porque eso que haces es una tradición bastante popular.
Me
refiero a que, ya que pretendes experimentar otras emociones, que no
me parece mal, te repito, te busques a una en condiciones, que esa
tía es más fea que pegarle a un padre con el calcetín sudao, si hasta creí, cuando pude contemplarla de cerca, que era Rosendo,
sí, el de Carabanchel, ya me dirás a mí en qué situación me
deja, porque si eso te gusta, perdona que te diga, creo que tienes un
problema, no sé si psicológico o estético, pero de gran
envergadura, como si fueses Catherine Deneuve en Belle de jour...
uysssss... si hasta me da escalofríos pensarlo.
Aunque, ahora que me
ayudas a reflexionar sobre el tema (sí, tu gesto me hace gracia, y
cuando me río, pienso mejor), está claro que buscabas algo
diferente, así que, si la susodicha es no sólo fea sino también
desagradable, no lo niegues, que es ella la que me tiene manía, ya
ves tú, el razonamiento que sigue es que yo soy estupenda.
Mira,
me he convencido, tira, y dile que no me tenga celos, porque te doy
veinte minutos para vaciar mi casa de todos tus trastos. De nada,
corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario