#cookieChoiceInfo { display: none; }
Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

viernes, 31 de marzo de 2017

Óxido


A veces paseo dentro de sus límites.
Si me cruzo con alguien, no le importan
las manchas de mi falda o que no haya encontrado
el peine ese día,
no sé el motivo, pero sucede,
y me saluda con respeto pálido.

Allí yacen bicicletas,
viven muertas
-después de caer según disponen
fenómenos naturales causados por azar y desarrollo-,
en grotescas posturas de máquina
quieta para siempre,
aunque nunca no existe,
así que me pregunto
por qué ésa es ángulo ésa esbelta ésa guarda entre sus radios
restos de cuerpos sólidos celestes;
por qué la de allá sonríe y me observa con intensidad disimulada
por qué a la pequeña le interesa lo absoluto
por qué hace el óxido que todas posean la belleza terrible.

A veces paseo por un cementerio  
como si mi nombre fuese Fanny Adams.












viernes, 24 de marzo de 2017

Querido diario:


Me pides que me concentre en
detalles sin importancia
que viven
en calles comunes y corrientes.
Me confundes,
lo cotidiano está más cerca
de lo que esperamos.
No digas que ese momento en el que
vomitas
no es como cuando
aprietas los dientes
en una especie
de voluntad sin ganas
de ver la cara del sistema
nervioso simpático,
todos los días.


Si alguien me preguntase,
diría que nieva,
que el tráfico de monedas
sigue su curso estático,
que nunca llueve al sur de California,
que la luna es redonda si está llena,
o puede que siempre.
Pero a ti, diario,
no voy a contarte esas cosas.











domingo, 19 de marzo de 2017

8


El aire que batan las alas de los ángeles
será veneno para los tenientes.
-Roque Dalton




Comienzo por explicarte que escribo no de cosas,
ya me entiendes,
sino al número atómico del oxígeno, cuando respira;
de qué manera abren sus poros en este instante molusco de paciencia
que sigue su camino mirando a una aceituna en la horquilla extrema del oriente nórdico.
Es un galimatías suburbio y Bolaño sueña con Biedma tomando una copa con Dalton
en la cumbre del Himalaya.
Nunca delataría, bajo el suelo de una bota fabricada expresamente
para seguir el rastro de cortezas cerebrales, a mi expósita inocencia,
de eso puedes estar segura.
Pero sabes que me crece el pelo si me asombra una idea
con cara de nube.
Es un atavismo biológico, me parece, que extiende sus alas de murciélago
caprichoso y juguetón.








sábado, 11 de marzo de 2017

La Venus del Raval


Era menuda de cuerpo,

imponente su mirada khol y menta,

de voz pluscuamperfecta y grave

como golondrinas que no vuelven,

como nana cantadada por hoja de roble

en la primera noche del mes décimo.

Su cabello brillaba en rizos rojo henna

y adornaba un tatuaje, flor de oro,

el envés de la mano del lado del corazón izquierdo.

Abría,

y entraba el Atlas entero

-con el Jebel n'Tarourt, el Jebel Toubkal y el Irhil M'Goun dirigiendo el asalto-,

el atardecer morado y el delirio de lo que comienza.

Era la Venus del Raval,

aún se cuenta en la calle donde mataron al Noi del Sucre

que sólo a ella veneraban los convictos.










viernes, 3 de marzo de 2017

Bonjour


¿Qué me dices,

genio del color

de la llama de una vela?


Me tomo la molestia de buscar interrogantes

cuando duermo


en el círculo verdoso

o, según la circunstancia,

siendo rojos a distintas temperaturas,

o hueso de madrugada

del día de a mí qué me importa,


y ahora vienes con que tú tampoco tienes ni idea.”


Eso le digo, doctor, pero le aseguro

que de ninguna forma le haría caso.


A usted.