Como
si todo
cielo
sin esperarlo
fuese
luz en un
jarrón
desde una tabla
rasa
recibiendo el
blanco
engarce
que
nace
que
escapa
de
repente
Doble
o nada
a
que un millar
de
líneas carbónicas
cavan
en
la
comisura de los
labios
de una esquina
rubia
de cobre a
1985º
F
y
su líquido
Y
apuesto
mi
desprestigio
a
que todo sucede
en
un aleteo
ingrávido
de medidas
más
o menos
queriendo
rodar
sobre
silencio
maleable
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