Tenía
la piel de quien nunca pasó miedo
Daba frío
Personalmente
Era tersa
Como
una estrella de escarcha
Sobre
un árbol sin vértebras
Ni
días
Helaba manos su aliento de cristales
Aunque estuviera a mil kilómetros
Exactos de balanza
Y horas divididas
Entre
la velocidad de la noche en un tren
Que
se estrella de escarcha
Daba
frío
Esa
piel
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