Allá
por la memoria de los nítidos,
por
la esfinge que pregunta,
por
el insecto de un azul lo más oscuro
posible...
Los
esqueletos, la simetría del desierto,
el
ácido espacio de nudos
relativos...
Por
una espiral de teoría,
la
sangre indiferente al peso y la medida,
el
agua que habla por boca de mitos
babilónicos.
El rayo desnudo,
enormemente
soberbio,
algo
más que el destello de un grito
cegado.
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