En
el filo
-dice-,
o
sujetas el viento o te emborrachas;
pequeño
latido especulando detrás de una silla,
como quien doma metales
a
fuerza de miradas.
La
música
-dice-
es potro y alado, por haber nacido
con
un reflejo de cobre en su voz de codeína.
Que el místico ensucia botas
en
el barro de las circunstancias,
porque
la lluvia es idea
eternamente
variable.
Que
le acaricie la cabeza,
maúlla
despacito.
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