… por
mirar de frente las ventanas que se abren,
curiosamente
primarias.
Por unir hemisferios en domingo
y
hacer que las campanas
se
muevan porque quieren,
por
no saber qué quieres,
porque
una estrella se parece a las canciones
que
hablan del sur grande,
por
la dulce Afrodita,
rosa
del desierto,
reflejándose
en las aguas del Nilo.
Porque
todo es náusea,
antes
del viaje.
Los
minutos siempre pasan en diagonal. Ya han cruzado algunos, míralos,
tan
inválidos como una mancha de agua en el mantel.