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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

sábado, 30 de abril de 2016

Lengua y signo


La voz del viento no tiene decimales.

Alejadamente amante de la unidad de los cuerpos,

aunque abra el asfalto su vena vertebrada,

sobre todas las cabezas

se desplome el peso del mundo,

los mares suden mercurio

por las bocas de los peces

y una remota campana olvide la muerte

del último eco de un verbo de su idioma,

como si nunca hubiera estado cerca

ese vuelo de sabor a bronce.

Su lenguaje es más importante que el oxígeno.










jueves, 21 de abril de 2016

En ningún círculo


En ningún círculo

nube de niebla.

Vestidos de fantasma,

desnudos de piel y de panes,

no pueden abrir las espirales al abismo,

por eso creen que son para ellos mis

palabras de humo que se cierra

formando entradas a un túnel

imprevistamente nadie.

Es en mí en quien pienso,

cuando escribo en voz baja.










domingo, 17 de abril de 2016

Café amargo


Café amargo y luces de bohemia,
antes y después de los disparos.
Los coros son agudos y rompen el silencio que anida
sobre una mesa de horas consumidas dentro de la sangre;
suenan luego campanas doblando locas el aire
por los vivos de cemento,

22.000 laboratorios desfilan con botas nuevas 
de coltán sintético, anestesian escaparates 
en la retaguardia, ríen 
como si hubieran tenido siempre
ganas de morirse lamiendo sobredosis 
de cloroformo

(… de dónde habrá salido tanto uniforme... )

Café solo, vale la pena escaparse
de un final tan bien ejecutado.








lunes, 11 de abril de 2016

Ya no existen


No, poeta, los pájaros ya no existen:

ni azules ni los que llenaban el mundo.

Se han ido a repetir vuelos en lugares sin física ni tiempo límite,

ya no cuentan sus ojos cómo se ven los afanes

desde la vertical perspectiva.

Los cuentos no son posibles sin música,

a los niños se les duerme

con gases lacrimógenos.









lunes, 4 de abril de 2016

De manos frías


A una hora de manos frías,

despierto en gotas de cristales.

No sé cómo es la luz de esta madrugada,

la que llega vestida de agua, no existe,

mis ojos imaginan una claridad demente metalizada

que no sé dónde reposa.


Nada se mueve, salvo un coral esqueleto

dirigiendo su presencia insuperable hacia sí mismo.

Recuerda al brillo más anciano

lo que pueda ser detrás, amaneciendo.