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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

lunes, 28 de marzo de 2016

Cuervos antes del primer ángel


Mi nostalgia es un país de arcilla sin forma desesperada.

Es una respiración de barro y de hierba que deja en la piel

la fría humedad de las serpientes. Con ella,

el techo convierte plumas en nidos que alzaron vuelos sin apenas alas,

como si fuera mi nostalgia llave de una puerta

visitada por cuervos antes del primer ángel.

Puede llegar a parecerse al rastro de un ciervo

limitando con mis pies a los pies de mi nostalgia,

entera de cuerpo, cuando no recuerdo quién soy,

de haber nacido tantas veces.










martes, 22 de marzo de 2016

El mismo animal


Le gusta que los chopos muevan sus hojas eléctricas,

lo jura por todos los recuerdos

de lo que nunca ocurrió todavía.


Dice que prometen un canto sin posturas de circo,

que esas manos verdes

aplauden que abjuran

de sórdidas miserias

impávidas,

que es agua que nombra,

nombrada en altura,

los nombres de nadie,

cuando dice a su cabeza:

“si sale al mundo, escucha las explosiones

que predijo.”


Mountain y Girl siempre fueron el mismo animal

de escamas transparentes.






jueves, 17 de marzo de 2016

Médula


No te sabes poeta,

pero el último trago te inunda de olas.

La acera es el reflejo sobre el que brillas, raíz de mandrágora,

y no ves tu belleza, timón partido, porque no te sabes poeta.

Te elevas, sacudiendo de tus hombros tanta importancia, y respiras

el aire de un sueño que parece posible a mil kilómetros

de un lugar cualquiera; sólo hay que avanzar algo cada día,

piensa esa ventana iluminada un poco. Apagada.

Las manos en los bolsillos,

llenos de no te sabes poeta.

Pero silbas, cada vez que lloras.





domingo, 13 de marzo de 2016

En el mismo lugar


Set Me Free Little Girl, en el mismo lugar donde nacen las lunas.

Stoned forever el abrigo y las nervaduras sintácticas del apogeo, el espacio naciendo de Valle cruzado 

con Ovidio y Warhol retratando Madrid es una tasca de vino barato y canas largas 

que venden costo a presencias nuevas tan antiguas como ellos: dos mujeres besando la Alhambra, 

un hacedor de versos con sabor a café de fotografía, 

una pagana con alma de animal antes de los mandamientos, 

un pintor de hombres desnudos y siete gatos dentro de la cocina... 

El dueño del garito pide que baje el continente; 

es difícil que lo haga, porque desde arriba atisba golondrinas que llenan el cielo 

de sombras maravilladas por la velocidad de su sonido. 

Escucho a los Kinks, ahora.










sábado, 5 de marzo de 2016

Era de siete ventanas abiertas



Entraron gusanos almidones y un dolor indefinido.

Quise hacer una canción de Hendrix que ya estaba hecha,

porque eléctrica se deslizaba por las rendijas,

bailando lánguida con los cristales

de un mundo a 212º F de temperatura.

Los dardos de la noche revelaban sombras de fotografía,

así que bajé los ojos, antes de admirar el baile del humo

que salía por los dedos cigarrillos.


El viento gritaba Mary,

acariciando el terciopelo de mi vista,

lejana de todo lo que no fueran espejos de cinco puntas

sobre la piel de su cráneo

transparente de vidrio.


Era una hora impresionante, la nieve dibujaba

un estómago enorme alrededor de su cabeza.


Era una hora especialmente.







martes, 1 de marzo de 2016

Latitudes


A veces me lluevo verde 
agua escarcha gotas de rocío alquimia del océano,
salto, hermana de mis hombros, y se da la vuelta el aire,
revolviendo todos los cabellos los caminos de mi cuerpo suben
las alturas del oxígeno dentro de la savia,
verde musgo y yedra y lágrima de risa, 
verdilocamente nítida soy el juego 
de niños dentro de la fuente.

O miro el techo como si fuera un nubedal de las antípodas
que me aparta de lo físico, la química late ácida
donde estuvieron las venas,
puercoespines me llevan a un campo de santos insepultos crisantemos
y visto mi apenas cuerpo de blanco oscuro.

Casi no respiro,
esperando el tiempo de lloverme.