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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

sábado, 16 de enero de 2016

1984


Entonces llegaron los ojos de vidrio,

por voluntad de la impotencia.

No tenía ganas, pero sonreí al encargado del empalamiento.

Me llevó, presa de su guerra.

A veces me daba pena;

otras veces me daba el asco que surge

de tanto olor a muerto.

No me dolía el cuerpo, pero silbaba una serpiente

de lengua inmortal e infinita.

Dentro de mi oído.

Silbaba siempre.







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