Suele rescatar luces perdidas en la carretera
y accidentes de retaguardia;
refugia ideas, trastiendas y malabares,
posibilidades confundidas, ángulos materializados apenas.
Los observa para ver por dónde lloran.
A veces, tarda en salir el origen de las cosas,
pero sigue mirando con ojos de búho a medianoche:
sabe que aparece,
si le ofrece una manzana recién caída,
y luego, sana.
Su casa escribe en las servilletas de todos los bares;
es una estrella que corre por el cielo sin albergue,
que dijo el loco caminante.
Por estar ahora y en su sitio.
2 comentarios:
Te he leído el poema, escuchando la música de Silvio Rodriguez y Luis Eduardo Aute, y tus versos me han sabido a rechupete...
https://www.youtube.com/watch?v=poIE5HmnAC0
Saludos!
Anda, qué casualidad, esta misma tarde lo he estado escuchando. Gracias, hermoso, un abrazo.
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