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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Se darán vuelta las ventanas


Se darán vuelta las ventanas, 

cuando pasen frente a ellas los dioses de los lamentos. 

Teñirá de bronce el sonido limpio las voces nítidas, 

volarán sobre aves los amantes del mundo y

sus latidos en las sienes. 

Las nubes se harán muelle, 

imposible matar múltiplos de cero 

multiplicado por pesos que pierden peso 

cada vez que alguien decide ser

veinte gramos más uno. 

Caerán sin fuerza las balas de la torre, 

negra por la sombra de los que no callan. 

Ni siquiera muertos.






2 comentarios:

Huellas dijo...

Poner voz a los muertos...
Una caída libre sin equilibrios, veo..., o no...

susi underground dijo...

Como desde un trampolín, intentando mantener el tipo hasta llegar al agua.Que la elegancia no está reñida con el salto ;))