¿Qué será de ti, trascendencia de nada,
vacía de savia,
si ya no te soportan nubes los hombros? Tu enorme ojo
cabe en un triángulo de escarcha;
en su centro, una antigua historia sobre cautivos
sube la escalera elemental que conduce a Sirio
desde el oriente.
Cuando existen más unos que millones,
cae la torre y haber nacido no es desgracia
en la química primera.
Ningún dios escapa de la idea
que convierte en polvo las piedras relativas.
2 comentarios:
Es inevitable detenerse tras tus pasos y marcar una huella fiel a tus palabras, quizás prefieras en vacío pero ya digo... a veces se me hace inevitable.
Más musus
Ya sabes que siempre espero tus huellas. Y las valoro, mucho.
Publicar un comentario