#cookieChoiceInfo { display: none; }
Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

domingo, 29 de marzo de 2015

Matemático


-Es matemático el resplandor de tu sonrisa. Un relámpago volcánico, una química 

perfecta. Con el poder de lo familiar desconocido, abre puentes dimensiones 

maremotos de plata. Medidas que no caben en universos -decía-. Es elipse de Venus 

la abertura de los labios, el transcurso ideado por la cima para no morir 

antes de tiempo. Es de Venus esa claridad de amaneceres -repitiéndolo dos veces, 

no quería que lo olvidara-, color primario exacto independiente de cualquier sabiduría, 

salvo de la voluntad de ser eterna. 


-La bondad es fácil en alguna circunstancia -acercando la boca a su boca-; es fácil, 

cuando estás cerca, abrazar tus venas errantes más allá de los poros que te envuelven  

y tu forma de envolverme con el aire después de verte estallar, estrella recién nacida, 

antes de que vuelvas a tu forma -diciendo esto, subía los párpados-.  Mirarte 

me hace bien, sonrío sin darme cuenta.






lunes, 23 de marzo de 2015

Sombra recuperada


Déjame el aire que nunca espera y llévate 

la fuente sin llama: 

su agua está seca y no canta

horas bailarinas sobre alambres de silencio. 

Tuyo es el papel que tanto esfuerzo te ha costado, 

para mí la serpiente bajo la almohada: 

hace soñar nanas a los niños negros porque no quiere

que su noche sea un miedo de piernas largas. 

Para ti bombones (ramilletes marchitos ideales), 

conmigo alaridos  

de rayos contra el metal de los cielos, 

los días profundos y rápidos, 

las pobres miserias de todas las manchas.  

Conmigo el vacío

... duda algorítmica marea de sapos... 

y los símbolos que ruedan sin pertenecer a ninguna imagen

... sombra liberada... 

Mía es también la amnesia intermitente 

en busca de un país imaginario: 

debo consolar su llanto

cuando recupera la memoria. 

Contigo el espejo de Wilde

y mi ausencia.








miércoles, 18 de marzo de 2015

Como en el Chelsea


Chelsea Hotel, foto: Julia Calfee




Huyendo hacia el techo de lentejuelas y orinas de lentejuelas encarnadas en un pañuelo. 

Máximos, bocas, manos. Con mil bocas en las manos dedos fósforo amarillo, 

ampliando joyas y los planos grises, casi negros. 

Oscuros de huesos plata con lejía. 

Ilimitados seres de mente lejos, de sustos y de gritos en el centro de la hoguera, 

de esferas protectoras manejadas por instinto. 

Cruzando lentas tristes y sonrisas. 

A la tierra que habla con las larvas, canta el carnaval que rompe máscaras, 

nueces y espejos indiferentes. 

Como en el Chelsea: 

las luces parpadean a la luz de los cigarrillos. 

Humo siempre.







viernes, 13 de marzo de 2015

Caen cuerpos


Caen cuerpos como platos, 

como ojos abiertos contra torres heridas, 

casi pidiendo perdón 

por la molestia. 

Algunos no saben salir de la superficie; 

podrían esconderse bajo un pliegue del asfalto o bien 

confesar su dependencia, acelerando el final que temen incluso más 

que a las moscas de la carne. 

O bien reírse mientras se mueren. 

Otros extienden los límites de sí mismos, 

sin nombrar apenas el dolor de su nacimiento. 


Caen cuerpos, 

y los perros de las lunas, 

y los niños del diablo, 

y los locos y los magos, 

siempre miran al oeste.










viernes, 6 de marzo de 2015

Inesperada


Noche de ángulos azules o puramente nítidos, 

callejón de gato máximo, gato incierto, 

gato habitante bajo coches viejos, 

olor a gasolina fantasmal y carretera; 

en esa línea delgada sin espacio

ni dientes ni encías, 

nace del instinto de lo débil, 

llora como un niño 

(para hacerse irresistible a la imaginación de la supervivencia,

eficaz impulso para los sentidos),

y marca con uñas blandas 

-en la piedra sinestésica y ubicua-, 

lo que estamos fuimos queremos ser 

en otras vidas ahora. Está segura de ser un sueño, 

casualidad improbable 

en el talón de una estructura.