Me dices que no te escribo poemas
que expresan lo que siente el deseo de un objeto.
Sabes que sería fácil... no hay más que recordarte,
valiente, en la calle,
ver cómo frunces el ceño cuando otro pelo
se aleja de tu cabeza de niño asombrado,
tocar tu espalda, que lleva tantas manos mías sobre sus huesos...
Sucede que escucho la rabia, huelo el azufre
de cada plato que se rompe y me llama el grito de la hoguera;
cuenta que no queda tanto, que una estúpida especie militarizada,
uniforme rosa falso, quiere morirse de pena asesinándose.
Sabes que me alegro mucho de ganar el tiempo contigo,
que eres mi paz pequeñita creciendo.
Pero una gata y azul
no explica esas cosas a cualquiera.
2 comentarios:
Cuando vuelva a nacer, quiero ser mitad gato mitad pez, sentir la brisa desde la proa de un velero y leer tus poemas a la luz de la luna.
Querrás venir de polizón?
En la bodega del barco me tienes, gritando que la tierra nueva no está tan lejos.
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