Como en el mundo de Beckett, en este espacio caleidoscópico las ideas están atrapadas en un cuerpo en ruinas que jamás podrá fijar la identidad de una realidad que constantemente se transforma.
Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."
jueves, 11 de diciembre de 2014
Prácticamente
Bajaba por una calle antigua buscando una casa.
"Estoy segura de que era ésta",
sin dudar de su recuerdo,
"yo estuve aquí, pisé su pasillo frío,
sonaban pasos en las paredes,
el suelo se hundía y el tejado era un peso
preñado siempre de tristeza,
llamas el día de todos los difuntos y cuerpos luto
malas hierbas con pistola,
venenosas desde los pies hasta los rayos escondidos
detrás de unos muebles con cara alérgica al verano,
piernas paralizadas."
La buscaba para decirle que no la quería,
que no la quería con pilares enfermos y claras de huevo de serpiente
en su lengua bífida.
Al mirarla, murió ante su vista,
incapaz de sanar por falta de arrepentimiento,
prácticamente.
La enterró a movimientos
de visillos azules.
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