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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

martes, 29 de abril de 2014

Por un instante...





... se disuelve en notas de un gris cada vez más nube.

Me gusta si alcanza el ritmo de pluma en el aire,

porque entonces relata historias para escuchar con los ojos cerrados;

pídele que nombre pozos para hacer océanos

o que alumbre vida en seres inertes:

no le temblará la voz al describir una playa salvaje

protegiendo a la medusa de todos los náufragos.

Sus dedos tejen distancias numéricamente nulas 

con 180 vuelos de cada uno de los trapecios 

que hasta hoy han existido.

Cuando la tarde habla,

le agradezco esa transparencia de humedad libre.







miércoles, 23 de abril de 2014

Lógica curva




Curva lógica en los labios y pulmones educados para respirar sin víctimas.

Temores por falta de tiempo para organizarse, 

sabores polvo de ángel sobre la mesa 

y alacenas llenas de calma.

Protegía moscas por si la música llegara a formar parte

de una historia vieja en un libro mecánico;

a veces adornaba su cintura con manos grandes, 

pero nunca pudo mirar a nadie pensando que el sol no cura 

el infierno que somos 

[ juguetes de escenario bajo lágrimas ácidas: 

un ejército de mitos 

en defensa del corazón de la granada ]


La lógica de su boca se alargaba en humo, 

cigarrillo entre los dedos, 

memoria de cenizas ante la belleza de las cosas, 

decía.


"...las ideas curvas, 
los caminos curvos, 
porque el mundo es curvo..." 

(Jesús Lizcano)





jueves, 17 de abril de 2014

Animal


Si mi animal se doliera

de ideas por dioses afiladas;

si se encontrara conociendo 

la relación exacta entre una noche y una ausencia,

temeroso, único habitante en planetas interpuestos

hablando entre ellos babeles y sables,

movería el cabello algunos grados hacia la orilla

para abonar el légamo con cuerdas minerales;

de sus poros haría

nidos con savia alimentados.

Una sombra de mediodía, 

si mi animal quisiera.







domingo, 13 de abril de 2014

que todo es blanco


Se fijaba en la piel de una bombilla desprendida de su araña

(sombra que se fue sin darse cuenta de que crecía 

en miradas al índigo de una noche de invierno),

curva elemental escalofríos tabaco pálido 

fumando el cristal de una ventana sin cortinas. 

Por el brillo color primario disuelto en ocres, 

daban ganas de tocar su tibia cabeza,

sentir electricidad en las venas, 

alimentarse de invisibles secuencias en suspensión continua. 

Ni fantasmas ni fármacos lograron nunca apagar sus hilos,

que convencían 

porque nacieron para eso


(...sin saber qué más hacer

para no pensar que todo es blanco

como un manicomio...)







martes, 8 de abril de 2014

Uñas y Remedios


Detalle de "Papilla estelar", Remedios Varó



"Supe entonces que estaba hablando de mí 
y de mi cocina, y de mis hijos lunares 
y de las estrellas que yo trituro." 
(Remedios Varó)


Sangre de tierra y un poco de risa de cobre cuando el sol se emborracha de altura, 

la sorpresa de una visita nocturna, tintura madre de rabo de bosque,

brillos musicales donde se conciben las siemprevivas

y cordones de plata vieja que unen los círculos de las espirales.


Dimensiones directamente proporcionadas por la cantidad de ojos que las descubren,

rojo y negro durante siete ciclos de doce llaves telepáticas, 

demonios, presencia del cosmos a partir de una pregunta 

en plena primavera originaria. 


Dolores con nombres y apellidos y alas artesanas en perfecta línea paralela. 


Remedios para el asma, el apotegma, la gimnasia, 

la estructura del átomo explosivo y la ciencia que no quiere saber 

de qué se componen las uñas de Remedios.






                                   http://www.francisco-serrano.com/essays/arts/remedios.pdf






jueves, 3 de abril de 2014

Tarda el silencio



Parece que nunca llega, cuando los días pagan la condena del peso de su propia espalda.

Tarda en mirar hacia arriba y oír que los pasos se pierden en la distancia 

de los perros negros; en comprobar que las voces, confundidas con palabras, 

esperan un milagro vaporoso que las contemple de frente para ser caminos lácteos 

vaciados de universos:

tarda en ser nube que no quiere lloverse.  

[No calla, a veces, el ruido, malgastador de ideas hasta convertirlas en piedra o gesto 

polivalente. Queja de molino sin brazos, espantador de pájaros y de serpientes 

asimétricas]

Bebe el silencio la calma de un río, cumple con el rito de amar un rostro igual al suyo 

en los círculos mojados que multiplica el cauce tranquilo.

Pero tarda, cuando los días no encuentran la llave, en cubrirse con esa palidez tibia 

de actor lunático.