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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

miércoles, 12 de marzo de 2014

Donde las velas se mueren de frío


Es una tierra castigada por vientos atroces,
nada escapa a su doliente furia:
ni sapos ni simientes laten más que unos instantes,
ni descansan las cimas
del estruendo milenario.
El santoral de lo deforme nunca supo
cómo bautizar tantos días miserables...
... los hombres son lentos,
parecen suspiros colgando de pulmones rotos.

[Dicen que todo empezó por un miedo
que no se miraba en otros,
se le oía desde estratos con un orden ascendente,
la cara oculta por las botas,
porque la guerra siempre llega,
astuta,
perfumada de uvas y de razones]

Los niños soportan demasiado peso
sobre su espalda desconocida.





3 comentarios:

Ana Burillo dijo...

Frases ásperas que pican, escondidas entre hilos de poética pena y pliegues de rabia. Hay cera en los labios y ojos derretidos.

susi underground dijo...

Tienes que empezar a escribir algo, Ana, ese comentario tuyo te lo está pidiendo. Un beso, poeta.

Ana Burillo dijo...

La verdad es que es un comentario digno de poema provocado por ti :p