Razonamiento sombrío,
sabes que no quiero ser dolor en la agonía de alguna lejana estrella;
no me convences porque recuerdo
aquella explosión de la que nació el oxígeno que respiro.
Dentro de una botella recién abierta,
encuentro más de lo que me ofreces elevado a la potencia
de sus grados revoltosos;
y además, una balsa de aceite en el centro de un mar de culebras.
No sabes, pensamiento herido,
que la muerte puede ser una niña que ríe cuando perdona,
porque todavía juega al escondite.
No sabes que el único misterio bajo la cama
es la pesadilla de esa pequeña,
que algún día será poderosa; y dará tanto miedo,
que se esconderá la verdad primera,
de la que nacen las siguientes.
3 comentarios:
Ay la muerte y su poder!!, cuánto nos toca aprender aún y cuántas formas hay de morir en vida.
Hermoso Susi, como siempre un placer
A veces pienso que la inconsciencia consciente es la única forma de pasarlo bien. Cada maestrillo tiene su librillo, que dicen. Gracias por tu huella, Ana.
Ese es el intento..., poner conciencia a inconsciencia. Buen viaje niña!
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