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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

martes, 7 de enero de 2014

Tejados de humo


       Allen Ginsberg, 1966, fotografía de John Loengard




"Quienes eyacularon en la mañana en la tarde en jardines de rosas y en el pasto de parques públicos y cementerios esparciendo su semen libremente a quienquiera que llegara." 
(Ginsberg, Aullido)



Se masturbaba con un dedo de Ginsberg
humedecido en vómito, 
en ganas de subirse a las antenas
y gritar con lobos y esquinas solitarias.
Era el corazón el que movía sin prisas
para pintar bucles rosados sobre manicomios sin color

[nubes de algodón de azúcar protegiendo al loco],

pues blanco es el trono de la virtud 
cuando caen del cielo triángulos como cuchillos.
Se acercaba el abismo
y se iba de nuevo sobre música de eléctricos negros,
artistas en coser con hilo de madrugada
un ojo de encaje a las venas del frío.
Antes de abrirse el asfalto,
los ángeles oían desde arriba: "eli eli lamma lamma sabacthani..."

Terminó llorando de éxtasis imperturbable.










7 comentarios:

Anónimo dijo...

Sublime y punto.

Ana Burillo dijo...

Poemón

susi underground dijo...

Queridos Anónimo y Anita: muchas gracias por vuestro comentario, me gusta que os guste.

Huellas dijo...

Es como un mantra a la locura.

Impresionante el video.

Francisco Enrique León dijo...

Hace tiempo que no me pasaba por aquí, Susi, y me gusta que sigas en terrenos comprometidos. Me impresionó de Ginsberg el comienzo de su Aullido la primera vez que lo escuché, cuando el rock escribía poemas de desesperación en las esquinas de la calle, y lo sigue haciendo, además, a pesar de no haber estado nunca entre mis autores preferidos, pienso que el "Kaddish" es una de esas obras que puede justificar por sí misma toda la trayectoria de un autor, quiero decirte con ello que lo valoro en el sentido de que supo permanecer de pie en la sociedad y en el momento que le tocó vivir, y la actitud apasionadamente comprometida con la que se enfrentó a las injusticias que hoy todo el mundo dice ver y entonces no agitaba la conciencia de tantos amantes de la libertad. Es muy difícil saberlo, pero probablemente Dylan hubiera estado falto de algo esencial si Ginsberg no hubiera existido, y los grandes poetas urbanos que dignificaron la calidad literaria del rock, Lou Reed y David Bowie al frente, hubieran estado faltos de algún argumento que les llevara a emborronar las líneas verticales de la urbe y poner en duda el carácter creativo de nuestra civilización.

Ya sé, Susi, que a los amigos no se les debe dejar de hablar durante mucho tiempo, y que yo lo he hecho aunque siempre me han gustado tu actitud y tu compromiso, y que eres una de esas personas por las que merece la pena creer en la comunicación.

Un abrazo.

susi underground dijo...

Hola, Ana Huellas, gusto que me da saber de ti.

susi underground dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Jota. Dylan es el catalizador de sentimientos, el trovador que sopla los aires del cambio. Pero Ginsberg es el gran chamán, ese aullido se escuchó tan alto, que no se pudo esconder su eco, aunque lo intentaran. Los beat, Burrroughs, los científicos psiquedélicos, alimentaron a una generación que, sencillamente, prefirió decir que no. Janis nunca hubiera ido a San Francisco sin haber leído, allá en su desierto particular, En el
camino. Aún bebemos de ellos.

Y los amigos no tienen por qué verse a diario. Yo también te tenía muy olvidado, he ido de visita por tu casa y me alegra verte como siempre, con esa forma tan modernamente clásica de vestir los sentimientos.

Abrazo grande.