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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

miércoles, 1 de enero de 2014

La última



-Al aire se le pudren las raíces del pecho...

explica en voz baja
la herida que adorna su costado izquierdo, de sangre cálido.
Brilla fósforo de huesos, 
un dique rompe en su mitad más larga,
y sucede lo que se anunciaba
en periódicos y revistas con idiomas inservibles
la mañana en que la nieve 

[ y palomas,
¡eran tan blancas...! ]

caía con gracia sobre la piedra del pueblo:
chop... plac... ... ...
¡bang!... llegó a sonar
cuando sólo quedaba un copo dentro de su jaula 
de ruinas colectivas y perlas de plástico.

Renacimiento imposible.
Última criatura inocente.





2 comentarios:

Huellas dijo...

Un final contundente sin voces legibles. Hay costillas de heridas permanentes y sonidos que retumban en la imaginación.
La tuya es desbordante querida... Buen comienzo


susi underground dijo...

Gracias por dejar tu huella, Ana.
Y por tu apoyo siempre. Achuchones.