Como en el mundo de Beckett, en este espacio caleidoscópico las ideas están atrapadas en un cuerpo en ruinas que jamás podrá fijar la identidad de una realidad que constantemente se transforma.
Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."
domingo, 23 de junio de 2013
Televisada
Apura el amargo cáliz hasta las heces
que los siglos sembraron en la composición de tus uñas,
pierde el decoro de sentirte único entre semejantes,
no intervengas en el diseño de tus pies
ni salgas de tu cuerpo cuando duermas como una piedra
insensible a las erosiones crepusculares
que descubren venenos sanadores.
Ten miedo de la muerte, de la vida,
ten miedo de las caracolas que se forman
en tus oídos, son cantos de sirenas que no existen.
Siente la suciedad de tu entrepierna,
hincha el vientre con la carne de otros seres,
maldice la duda que pare la elección
y no extiendas las plumas de tus brazos
sobre el silencio de los templos.
Cuando lo consigas, estallarás
como estrella sin vocación de candil nocturno.
Será la gran final televisada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Es algo así, lo que se siente cuando uno se sienta frente a la TV. Cada vez más excrementos salpican y cada vez más impotencia. Seremos polvo estelar en este vertedero donde las inmundicias humanas florecen.
Dan ganas de pasar a otro plano eh?.
Besos y abrazos que de eso también nos queda mi niña.
Dan ganas, sí, y la verdad es que no sé a qué esperamos.
Besos, abrazos y achuchones, Ana, que no se nos acaban.
Publicar un comentario