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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

miércoles, 19 de junio de 2013

Don't be late





No sé si funciona el timbre,

decía una polilla, que aún era gusano,

a la piel de una serpiente sin el cuerpo

de la serpiente.

Esa duda rebotó sobre la cabeza de la idea de un tejado

que estaba imaginando el instante definitivo,

el que define una cuestión sin contemplaciones

especulativas.

Valiéndose de la mano, un onanista opina que su karma

es el peor de todos los antagónicos del alcohol,

una especie de alopecia insípida dentro de una boca

sin papilas que den la alarma antes de que ocurra

el siniestro organizado por proteínas con banda de Miss Transgénica

desfilando sobre espigas de algún sembrado por alguien.

El gato dejó la sonrisa colgada del árbol, de cualquier manera,

y el conejo acababa concluyendo que el reloj que no latía 

había vuelto loco a todo el mundo.





4 comentarios:

Huellas dijo...

Geniallllllll Alicia en los laberitos de la mente, es fantástico este poema, no tiene desperdicio!!!, y la foto se funde con el texto. Guauuuuuu
me ha encantado.

Besoooossss

Huellas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Huellas dijo...

Es que se me había duplicado.... perdón, debió de ser la emoción

susi underground dijo...

Me río con tu entusiasmo duplicado, Ana. Gracias, agárrate, que vienen curvas jejeee