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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

domingo, 26 de mayo de 2013

Voz





                           
Está solo, no hay más aves que acompañen los colores de su garganta,

pero no deja de hablar, como si fuera

un regalo efímero para quien se encuentre despierto.

¿Qué voluntad nocturna le obliga

a salir al negro para teñirlo de música?

Una nota y otra más sobre la copa del aire,

continúa su canto el dinosaurio sin esconderse

de lo oscuro

en un fugaz concierto

sobreviviendo a la extinción.









3 comentarios:

Huellas dijo...

Parece que hablaras del canto de un búho aunque por supuesto, puede ser cualquier voz que te entregue la noche.

Imagina...sueña...crea....

Besos

susi underground dijo...

No era un búho, era un pajarillo que cantaba como los ángeles. Si es que los ángeles cantan...
Un abrazo, amiga gatuna.

Huellas dijo...

Pues es precioso...