Un impulso en decadencia quisiera acechar
sonidos que vibran en pasos rápidos
sobre el asfalto caliente.
No puede seguir el latido de una vida que no mira
más que al astro que enrojece la línea de la cabeza
cuando la tarde se tiembla ante el silencio de las luces.
La oscuridad aproxima su mística pregunta
a la razón hueca de ideas fosilizadas,
pero esa farsa no sabe solucionar
el enigma sonriente.
Noches habrán de venir -dijo una garza tranquila-
en las que el frío será tumba de los gestos
asentados en la costumbre simiesca.
Siempre fuera del alcance de un dedo nudoso
que esboza vacíos
en diálogo cegado,
la pata que la sujeta es silueta,
piel y huesos que se muestran
sin confusión ni lamentos.
6 comentarios:
La garza es la pata del espejo, y su lanzadera pronta siempre a sacar el pez del ojo. Alguna vez miré una volando al ras del agua y su reflejo con ella y cielo, de esas imágenes que nunca se olvidan, porque algo muy arcano nos depositan en los talones del recuerdo que la lengua también parece ver mientras leemos el agua. Tal vez sea la paradoja de la quieta fluidez, como esa imagen de la danza inmóvil de la flama. La serpiente se muerde la cola y los gestos se diluyen mintras Shiva. Son tesoros de imágenes tus poemas, querida Susi. Besos siempre.
La garza es la columna vertebrada del vuelo, el pico que habla, las alas que se recrean cuando se cierran para abrirse de nuevo.
Y su pata, lo que les une con la tierra.
Un beso, Arkha de lo innombrable, conocedor del secreto.
Indefectiblemente llegará la noche cada día.
El cordón umbilical que nos dio vida seguirá naciendo, atornillándonos como pata de garza.
Es una delicia leer tus delirios, aunque navegue con hoja de olivo
Un besazo
El olivo como símbolo de paz, las nubes rotas como su contrario. Y la garza, por encima de todo.
Mis delirios delirantes deliran por el camino. Ea!
Abrazos hasta tu sitio (por hacer la rima)
Delirante amiga, aquí quemaron por última vez marihuana cerca de mi casa y el viento nos trajo montones de sonrisas idiotas. Lindo delirio...
Besazos y salú, hoy wiscola!! Te prendés?
Pues a mi ya no me hace falta ni fumarme un porro para que se me ponga la sonrisa boba. Efecto flash-back, que lo llaman. Pero vaya que me apunto y me prendo, que un delirio más nunca hizo mal a nadie.
Chau, linda.
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