Con acento francés, los huecos de las sienes boquean en plata.
Los pómulos surcados como dunas orgullosas
delimitan el primitivo gesto con una frontera blindada por costumbre.
Trece marcas de sol en las rayas de las manos
ven santos y gentes sin alma en el comedor del ruido de hierro
mientras controlan el movimiento de los atardeceres.
Una buena suerte ciega envuelve con manto púrpura
el aleteo de la voz de la tierra protegida por escarcha
cuando los dedos se recrean entre el tabaco y una bola de opio
escondida en en bolsillo de la emperatriz muerta.
4 comentarios:
Hay un mensaje en el foro para vos, un abrazo.
oki
Vida/muerte/vida
Poso de tristeza...o no
Un beso
No diría yo que es tristeza, sino una rara fortaleza. Un instinto imparable, como si la vida y la muerte estuvieran en la misma cara de la moneda, tú lo has visto.
Beso, Ana.
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