Ópalo tembloroso,
tintineo mineral sobre un vuelo de cortinas,
siempre esperas que mis cabellos bajen los escalones
antes de envolverme con tus hilos.
Entras,
amarillo de sonrisas de lechos de bronce,
con la distinguida altura de los pensamientos casi completos,
casi con detalles,
casi con la inundación de tus lindes
anunciada por el milagro de la incertidumbre.
Baila el destello sobre una cuerda muy fina
para demostrar a los rápidos latidos
que el tiempo puede dormir detrás de la máscara.
Y avanzan, avanzan sus pasos sin mirar más que a los ojos
de un depravado sueño que va prometiendo seres
lejos del cartón y de la piedra.
4 comentarios:
Ópalo tembloroso que puedes guardar por siempre lo más bueno o malo que atrapes y que enriedas con hilos a mi susi para preservarla para siempre, mi poeta, para siempre engarzada como joya. Un abrazote preciosa, te quiero mucho.
Saludos, Susi, tiempo sin leerte, estaba de viaje desconectado de todo, viviendo y escribiendo por algunos pueblos perdidos en el desierto de mi tierra. Increíble, me fascina tu estilo, tu yo poético es imponente.
Hola, Lyl. Acabo de leer el resultado del mordisco del murciélago y estoy buscando alguno, le ofrezco mi cuello si luego me deja como a ti.
Eres total.
Un besazo, ojos bonitos.
Eso que cuentas parece muy atractivo. Estoy deseando leer lo que traes escrito en tu cuaderno de viajes.
Estaré pendiente, pedazo de poeta.
Saludos hasta tu mundo, y gracias por tus palabras.
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