en la cintura, un soplo de succión
elabora sus tareas
sin esperar a nadie.
Sobre la plazuela del caballo loco
todo se mueve:
el calor reverbera en fuentes,
los gritos de los niños forman cristales
y un sabio declina, invisible para todos.
En la campana, la salvación y la muerte.
Pero la totalidad no es un huésped respetado.
4 comentarios:
lo de las fuentes me hizo recordar el venir conduciendo por la carretera un día de verano sofocante y esas ondulaciones que marean, o será que entre comentario y comentario marchó otro vaso ajjajajajja, no hay caso ¿será que tengo que contestarte los domingos? Eso si, si hoy me tocase con un cabello, apenas con la punta de un cabello creo que se me derretirían las caderas amiga. Que soledad de pelos.
Jaaajajjaa.... qué soledad de pelos, amiga. Pues esperaré los domingos para reírme contigo, Lyl.
¿De que color será el cabello?
¿Tocará todos los palos?
Seguro susi que tu de eso sabes un rato bueno jejej
Saludos.
Tooooodos los palos, brujo.
El color, como ya ha quedado demostrado en incontables ocasiones, no tiene ninguna importancia.
Luego te visito, que he visto en el mail un título tuyo muy interesante.
Muakis.
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