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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

domingo, 19 de febrero de 2012

Incandescente


Lánguido, perezoso se asoma el sumario
de partículas reestructuradas por el fuego.

De la hoguera revientan capullos de gloria
en incandescente serenata y se adivina el alivio
del luto en el rojo, en el naranja,
en el amarillo que sus dedos despereza
para que el calor reviva la sangre mutilada.

Vuelve el incendio a revisar los rincones
de mi casa, a beberse mil lágrimas 
que quedaron reclinadas 
entre ángulos romos, 
esas esquinas sin carácter.

El fuego libera hemisferios 
y quita valor a los fantasmas,
que sólo existen en nubes, 
en el vapor del sueño del olvido,
en tóxicos de húmeda síntesis, 
en algún recuerdo sin entrañas.

Y esboza la llama, 
entre líneas y rizos, 
un billete hacia el sol.

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